El Producto Interior Bruto (PIB): una medida del crecimiento económico

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Una de las variables macroeconómicas que más oímos nombrar diariamente es el PIB, que no es otra cosa que el “Producto Interior Bruto”. Desde el punto de vista macroeconómico, el PIB recoge  la suma de todos los bienes y servicios finales producidos en un país durante un año, por nacionales o extranjeros residentes.

¿Qué significa esto? Simplificando las cosas, el PIB es una buena medida de la riqueza generada por un país y, por tanto, del crecimiento económico del mismo.

actualida_efPero ¿Cómo afecta éste a los mercados? Como siempre, el efecto de esta variable sobre los mercados, no se puede ver de forma aislada: dependiendo del contexto económico en el que nos encontremos, un mismo dato puede tener efectos muy diferentes.

De forma genérica, en fases de fuerte expansión económica, un dato de PIB muy alto se interpretaría negativamente en los mercados dado que lo más probable es que diera lugar a un incremento en los tipos de interés para frenar la fase expansiva del ciclo y recordemos que ante una subida de tipos(1) (todo lo demás constante) cabe esperar una caída de la Bolsa.

Sin embargo, en periodos de crisis económica como el actual, el mismo dato para el PIB sería recibido de forma optimista en los mercados, dado que podría estar anticipando el fin de la etapa recesiva.

Resumiendo, el PIB nos interesa como medida del crecimiento económico. En cuanto a saber cómo afectará a los mercados y a los productos financieros, lo importante es saber en qué situación global está la economía de un país y qué cabe esperar del comportamiento de los agentes económicos ante ese dato. Por ejemplo, en el contexto recesivo actual, si el PIB ofrece varios datos positivos seguidos, podría estar anunciando el fin de la fase bajista del ciclo y el comienzo de la recuperación económica. Esto tendría una clara incidencia en las deterioradas expectativas de los agentes económicos, especialmente en los de mayor poder adquisitivo, que recuperarían la confianza y podrían decidir volver a invertir dado el contexto de tipos de interés bajos (baja remuneración de los depósitos). La inversión, tanto si es en renta variable como si es colaborando en la financiación de pymes, etc. potenciará a su vez el crecimiento económico colaborando a consolidar la fase de recuperación. De nuevo se trata de una explicación muy simplista de una realidad mucho más compleja que, en cualquier caso, solo pretende ofrecer una visión sencilla del siginificado y la influencia de esta variable macroeconómica.

(1)  Ver artículo: La inflación y la Bolsa y El IPC, la Bolsa y los Tipos de Interés.