Frecuentemente oímos hablar a los analistas sobre el temor del mercado a las tensiones inflacionistas y sus consecuencias negativas para las Bolsas. Pero: ¿Cuál es la relación que existe entre estos conceptos? ¿Qué variables determinan dicha relación?
En primer lugar aclaremos que la evolución de los precios de consumo (medidos por el Índice de precios al consumo, IPC) es determinante en el equilibrio de cualquier economía y en ese sentido la inflación, entendida como un aumento en el nivel general de precios, también lo será.
Simplificando las cosas, la principal razón para explicar la preocupación de los mercados por las tensiones inflacionistas debe buscarse en la relación de la Inflación y el tipo de interés (coloquialmente, precio del dinero).
Tradicionalmente la política monetaria tiene en los tipos de interés su principal instrumento de intervención: cuando los precios se disparan y los gobiernos consideran que el mercado no va a ajustar solo, restablecer el equilibrio controlando la inflación pasa por subir los tipos de interés.
Es sencillo: si aumento el tipo de interés, el coste de mantener el dinero en efectivo será mayor, por lo que los consumidores preferirán ahorrar – ya que la retribución de los depósitos a plazo será mayor- en lugar de gastar su dinero en el mercado. Esto repercute en la demanda haciéndola caer, ya que lo hace el consumo (uno de sus principales componentes). En esa situación el mercado presenta un exceso de oferta que hará caer los precios hasta ajustar; esto es sólo la ley de la oferta y la demanda.
De todo ello se deduce que si aumento los tipos de interés controlo las tensiones inflacionistas. Y ahora veamos como afectan los tipos a la renta variable: la relación entre la inversión (la bolsa es un ejemplo) y los tipos de interés es negativa. ¿Cómo veo esta relación? Pensemos simplemente que al aumentar los tipos, el dinero que necesito para invertir es más caro (volvemos al concepto de precio del dinero) por lo que éste se irá a la renta fija, cuya remuneración aumenta en esta situación, luego si aumento los tipos caerá la bolsa.
En resumen, hablamos de dos variables: inflación y tipo de interés, y su relación directa con el mercado de bienes y servicios y el de dinero respectivamente. Si aumentan los precios la autoridad monetaria subirá los tipos para que disminuya el consumo y con ello la demanda de bienes y servicios por lo que ante el exceso de oferta, el nivel general de precios tenderá a bajar para alcanzar el equilibrio.
Esto es lo que dice la Teoría Económica. La realidad es mucho más compleja. La relación existente entre distintos mercados es evidente con lo que todo se complica mucho más y pierde veracidad aislando unos sectores de otros. No obstante, es evidente que aunque sólo sea a nivel psicológico (a través de las expectativas), las variables macroeconómicas influyen en el mercado.