La mayoría de los españoles somos conscientes de que tenemos que ahorrar para complementar nuestra pensión y así no perder calidad de vida cuando nos jubilemos, pero no tenemos claro ni cómo hacerlo ni en qué productos. La mayoría creen que solo existe el plan de pensiones, pero hay otras alternativas.
Según el estudio de la asociación de gestoras de fondos Inverco en su V Barómetro del Ahorro la distribución de cómo ahorran los españoles para la jubilación es la siguiente:
Un 56% utiliza los planes de pensiones, en los que tenemos un patrimonio medio de 9.000 euros y un total unos 70.000 millones
Un 48% depósitos, a pesar de su baja rentabilidad.
Los fondos de inversión los utilizan el 33%
Directamente invirtiendo en acciones el 30%
Y los Seguros de Ahorro los utilizan el 20%
Como suma más de un 100% quiere decir que muchos ahorradores tienen su dinero distribuido entre varios productos, como tenerlo repartido entre planes de pensiones y depósitos.
Veamos las características de cada opción y los distintos productos financieros que hay para ahorrar de cara la jubilación
Plan de pensiones
El plan de pensiones es prácticamente el único producto se ofrece en las oficinas bancarias. Es un producto que tiene ventajas fiscales en el momento de ahorrar, de hacer la aportación, pero en el momento de rescatar el plan de pensiones tiene una gran penalización, ya que tributa por todo el importé acumulado tanto por lo que hemos ganado como por lo que hemos aportando, y tributa como renta de trabajo y no como el resto de productos de ahorro, al tipo impositivo del ahorro.
Es ilíquido, es decir, no se puede recuperar en cualquier momento, sino sólo cuando nos jubilemos y en determinados supuestos (paro, larga enfermedad…).
Como se vende solo por la ventaja fiscal, muy pocos reparan en la rentabilidad que tienen estos planes de pensiones, y solo el 8% están invertidos en productos o activos adecuados a la inversión a largo plazo.
PPAs Plan de Pension asegurados
Tienen las mismas ventajas e inconvenientes que los plan de pensiones, con una característica adicional, y es que la rentabilidad está asegurada, aunque para ser más exactos habría que decir que en los PPAs la pérdida está asegurada, ya que en la práctica totalidad de los PPA la rentabilidad no supera lo que sube la vida, el incremento del IPC .
Depósitos
Según el estudio que hemos comentado de Inverco, casi la mitad a de los ahorradores guardan sus ahorros para la jubilación en depósitos bancarios. En este 2017 la rentabilidad media de los depósitos bancarios es el 0,1%, por lo que cada año que pasa estos ahorros se van devaluando. Entre 2016 y 2017 los ahorros para la jubilación que están en depósitos han perdido un 3%. El depósito bancario o el dinero que tenemos en cuenta corriente debe ser para las necesidades que podamos tener en un año, todo lo que sea invertir para dentro de dos o más años, o sobre todo si es para la jubilación, o debería estar en depósitos ya que año tras año, estos ahorros van perdiendo valor.
La mayoría de los que tienen sus ahorros en depósitos es por dos razones: quieren tener el dinero disponible (y los planes de pensiones no cumplen esta condición) y quieren ahorrar de forma segura.
Vamos a ver ahora, dos alternativas a los planes de pensiones que no son productos ilíquidos, es decir, que en cualquier momento se pueden recuperar: los PIAS y los fondos de inversión
PIAS (Tipo de Seguro de ahorro)
Son planes individuales de ahorro sistemáticos. No se trata exclusivamente de un ahorro para la jubilación, sino que puede servir como plan de ahorro para que el futuro, ya que se pueden recuperar en cualquier momento y no necesariamente cuando seamos pensionistas.
A través de los PIAS se va acumulando un capital gracias a ir aportando mensualmente una determinada cantidad.
No tienen la ventaja inicial de los planes de pensiones, ya que no se desgravan en la declaración de renta, pero en el momento del rescate, de recuperar el dinero, tienen muchas ventajas fiscales dado que no tributan como renta del trabajo sino como ahorro, como los intereses de la cuenta corriente o del depósito.
Por la cantidad que tenemos en los PIAS al rescatarla si lo hacemos como renta vitalicia (mes a mes) no hay que pagar impuestos, ni por lo que hayamos aportado ni por lo que hayamos ganado (al contrario de lo que pasa en los planes de pensiones), y solo tributaremos por la rentabilidad que genere esa renta vitalicia.
Como máximo se puede aportar 8.000 euros al año y que nuestras aportaciones totales no superen los 240.000 euros.
Hay varios tipos de Pias, los llamados de rentabilidad “garantizada”, que tienen el mismo inconveniente que los PPASs, es decir, que difícilmente van a superar la inflación y los que invierten en diferentes mercados, por lo que en función del plazo que nos quede para jubilarnos podremos invertir en renta variable, rentas mixtas o renta fija.
Fondos de inversión
En principio los fondos de inversión se utilizan para ir rentabilizando el capital que ya tenemos seleccionado el tipo de fondo a invertir en función de nuestro perfil como ahorradores y del tiempo en que puede estar invertido el dinero.
Se puede elegir entre una amplia gama de fondos de inversión, desde los más conservadores y por tanto están ahora dando rentabilidades mínimas o incluso negativas, hasta los más agresivos que invierten en mercados emergentes o en sectores económicos de alto crecimiento.
En este tutorial de la CNMV puedes ver las características de los fondos de inversión
Los fondos de inversión también se pueden utilizar para generar un capital de cara al momento en que nos jubilemos. En este caso no hay ventaja fiscal en el momento de ir haciendo aportaciones pero en el momento de rescatar el capital acumulado no nos penaliza tanto como un plan de pensiones, ya que hemos de pagar impuestos solo por los beneficios que hemos obtenidos y al tipo impositivo del ahorro, es decir, entre el 19 y el 23% de los que nos haya rentado el fondo de inversión.
Acciones
Según el estudio, un 30% de los que ahorran para la jubilación tienen todo o parte de sus ahorros invertidos en acciones, es decir, que han comprado acciones de unas determinadas compañías y esperan que con el tiempo estas empresas se vayan revalorizando.
La fiscalidad en este caso es la misma que los Fondos de inversión, en el momento de vender las acciones solo se paga por el beneficio y al tipo impositivo de los ahorros, es decir, entre el 19 y el 23% de las plusvalías. No hay ventajas fiscales en el momento de hacer las compras de acciones.
Como la mayoría de los inversores en bolsa compran acciones de las empresas que conocen es de suponer que una buena parte de estos ahorros estarán en las principales compañías cotizadas, que son las que componen el índice Ibex 35. Si este es el camino que utilizamos para ahorrar para la jubilación tenemos que saber que es muy arriesgado, ya que nadie nos garantiza que las empresas que son hoy punteras seguirán siéndolo cuando vayamos a necesitar nuestros ahorros, dentro de 25 ó 30 años. Como ejemplo son algunas de empresas lideres como Nokia, Yahoo, Kodac, Blackberry que han desaparecido o que ya no tienen valor bursátil. Y como ejemplo más cercano tenemos que de las 35 empresas que empezaron formando parte del Ibex 35 en 1991, solo 9 siguen formando parte de él en 2017.
Seleccionar los productos más adecuados
La futura evolución de las pensiones publicas hace necesario planificar nuestro nivel de vida en la jubilación, analizar que ingresos podemos tener en el futuro y cuáles van a ser nuestras necesidades, desde Expertofinanciero.es nos ponemos a tu disposición para analizar tu situación y ver qué alternativas o productos financiero para ahorrar de cara a la jubilación son más adecuados para conseguir tus objetivos, puedes enviarnos un email a ricardovila@expertofinanciero.es o rellenar nuestro formulario de asesoramiento.
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